Aterrizar en Londres es como colarse en una película de espías. La atractiva capital británica es increíblemente fotogénica: sus jardines, su desbordante patrimonio arquitectónico, sus mansiones y su paisaje urbano marcado por el sinuoso río Támesis ofrecen lugares icónicos que el cine ha sabido aprovechar. Por ello, Londres es una ciudad ideal para el turismo cinematográfico.
En su centro se alzan edificios imponentes como la Abadía de Westminster, la torre del icónico reloj «Big Ben» y el Palacio del Parlamento. Al otro lado del Támesis, el London Eye ofrece vistas panorámicas del complejo cultural South Bank y de toda la ciudad.
La Abadía de Westminster es una iglesia gótica anglicana del tamaño de una catedral, lugar de las coronaciones monárquicas británicas y también sitio conmemorativo de muchas figuras históricas de los últimos mil años de la historia de Gran Bretaña.
Londres está lleno de edificios distintivos, entre los cuales se encuentra el Royal Albert Hall, una de las salas de conciertos más emblemáticas del planeta. Aquí tienen lugar los Proms londinenses, el festival veraniego más importante (por extenso, popular y asequible) del mundo.
El barrio de Covent Garden, en el West End, es famoso por sus teatros, restaurantes y tiendas de moda. De noche el ambiente es máximo. También de noche, desde la azotea de la Tate Modern, la catedral londinense del arte contemporáneo, se tiene una vista panorámica realmente insuperable.
El mercadillo de Portobello Road se monta desde el siglo XIX, pero es particularmente famoso por sus antigüedades desde hace unas pocas décadas. Hoy hay multitud de puestos donde se vende de todo: desde fruta y pan hasta pósteres, ropa, cerámica y música. Conocido precisamente por este mercado, Notting Hill es un barrio cosmopolita con un aire de cultura alternativa. El distrito saltó a la fama internacional en 1999 tras estrenarse la película homónima.
Los mercados son únicos. El Borough Market es un gran clásico londinense que en el último lustro ha vivido un despunte espectacular, en parte por el tirón de los cocineros televisivos que lo han puesto de moda.
También por su mercado es conocido Camden Town, uno de los barrios más pintorescos, auténticos y divertidos. Es un lugar famoso dentro del municipio londinense de Camden donde abunda lo raro y lo curioso. Aquí llama la atención la vida alternativa de sus habitantes, que en ocasiones visten de manera extravagante.
Quizá la plaza más famosa de Londres es Picadilly Circus, lugar de encuentro de londinenses y turistas gracias a su situación privilegiada y a la enorme oferta de ocio de la zona. A dos calles se encuentra M&M's World, un mundo ideal en tres plantas llenas de productos de todo tipo del popular chocolate, que incluso se pueden personalizar con una cara, una frase, una fecha... Un sitio concurrido (como todo rincón de Londres), pero ineludible.
Junto con el de Liverpool y el de Mánchester, el Chinatown londinense es uno de los mayores enclaves étnicos de la comunidad china en Gran Bretaña. Este barrio bullicioso acoge una gran comunidad de Asia Oriental, que se reúne para celebrar eventos y actividades durante todo el año, en particular durante las celebraciones del Año Nuevo chino.
Por supuesto, Londres no acaba aquí. Está repleto de iglesias, palacios, torres, puentes y museos de importancia mundial que habrá que explorar en próximas visitas.