Según varios informes (AIMC, GECA, Kantar), el consumo de televisión ha caído a 3 horas y media diarias por espectador, la cifra más baja desde 1993. La razón: el papel cada vez más dominante de las plataformas de streaming, el principal rival de la televisión convencional.
Las pantallas de televisión son el centro del ocio doméstico. Ya antes eran importantes, pero ahora lo son más porque la tecnología digital las conecta con portales de vídeo como YouTube, Twitch y servicios de contenido bajo demanda como Netflix, HBO Max, Prime Video o Disney+.
La televisión lineal no ha muerto: sigue siendo protagonista y convive con la oferta bajo suscripción, solo que con usos distintos. La televisión convencional se dedica sobre todo a programas informativos y de entretenimiento. Las plataformas, en cambio, ofrecen películas y series a la carta y sin anuncios, aunque someten al público espectador a la influencia de los algoritmos de recomendación y a astutas tácticas para mantenerlos «enganchados».
El equipo de Canarias Radio ha tenido la gentileza de invitarme de nuevo al programa Tarde o Temprano, en esta ocasión para comentar los nuevos datos disponibles sobre consumo televisivo.
Cada vez se emplea menos tiempo en la televisión convencional y más en las plataformas de streaming.