La Côte Vermeille (Costa Bermeja), que debe su nombre a la piedra bermellón de sus calas, es una de las costas más hermosas del sur de Francia. Con los viñedos como telón de fondo, y apretada entre las montañas y el Mediterráneo más azul, esta franja de litoral está salpicada de ensenadas rocosas y puertos de pesca pintorescos que asombran por su belleza.
Cerbère, Banyuls-sur-Mer, Port-Vendres, Colliure... La oportunidad de pasar una semana en esta terraza costera y de adentrarme en su acogedor ambiente marinero lleno de luz me ha confirmado cómo es de necesaria una pausa ocasional para aclarar las ideas y proyectarlas, claras y transparentes, hacia el futuro, que ya está aquí. He regresado con fuerzas renovadas, cargadas las pilas.